DIFERENCIAS ENTRE LUNARES BUENOS Y LUNARES MALIGNOS
Los lunares son pequeñas protuberancias o áreas donde la piel cambia de color y pueden aparecer en cualquier lugar del cuerpo. La mayoría de los lunares son marrones pero también pueden ser del color de la piel, azules o negros. El color se debe a un pigmento de las células llamado "melanina". La mayoría de las personas tienen algunos lunares en el cuerpo.
Al nacer, algunos lunares ya están presentes. La mayoría aparecen en la piel durante los primeros 20 años de vida, sobre todo en la pubertad. Son causados por una superproducción de melanina en ciertas agrupaciones de células, cuya causa es desconocida. Aparecen al principio como una mancha ocre o negra, parecido a una peca. Muchos crecen y a algunos hasta le crecen pelos. La mayoría de los lunares no son peligrosos, aunque algunos pueden resultar desagradables debido a su apariencia o ubicación.
Muy rara vez un lunar se hace canceroso y se convierte en un melanoma maligno. El melanoma maligno es la forma menos común pero más peligrosa de cáncer de piel. Las investigaciones han concluido que el melanoma maligno puede estar relacionado con quemaduras de sol producidas durante la niñez.
Lunar Sano ó Lunar Peligroso
En la práctica un lunar, como lunar, es un tumor benigno de la piel y no es ni será un riesgo para la salud. El problema radica que pudiera existir un tumor maligno remedando un lunar y pasar desapercibido, ya sea, por su localización, color, tamaño, forma y evolución. A estas lesiones es que las personas llaman los "lunares malos".
Para lo anterior, es necesario que la persona se realice un autoexamen de la piel y considerar la regla ABCDE:
A: Asimetría
B: Bordes: Se debe prestar atención a los lunares con bordes poco nítidos.
C: Color: Es lo más importante, reparar en los lunares negros, negruzcos o plomos. Los lunares comunes son color piel, café claro, café o café oscuro.
D: Dimensión: Lunares de más de 0,5 cms. de diámetro.
E: Evolución: Los lunares se van marcando en la piel hasta los 20 años de edad en promedio. Por lo tanto, cualquier lesión pigmentada que aparezca posteriormente pudiera no tratarse de nevo. Lo que por sí, no lo hace maligna, pero si en ella observamos las características ya mencionadas es preferible consultar.
Un melanoma maligno es el nombre que se le da a los tumores cancerígenos del tipo melánicos o pigmentados y que suelen encontrarse en la piel. Es el tipo de cáncer cutáneo más invasivo por su capacidad de hacer metástasis. Esta enfermedad cutánea se desarrolla por medio de células cancerosas que se ubican en los melanocitos que son las células encargadas de la producción de la melanina (pigmento de la piel y el pelo). Dentro de los distintos tipos de cáncer a la piel, éste es el que presenta el mayor índice de mortalidad, alcanzando el 75 porciento. En algunas ocasiones pueden aparecer en partes del cuerpo que no están cubiertas por piel como los ojos, la boca, la vagina, el intestino grueso y otros órganos internos.
Aquellas personas que son de cabello rubio o rojo, ojos azules y tez clara, con historia familiar de melanomas, con muchos lunares en el cuerpo o alguno que muta en el tiempo, muchas pecas, desorden inmunosupresor, incapacidad de broncearse y que se exponen al sol sin protector, tienen mayores posibilidades de desarrollar un melanoma maligno. Este mal suele manifestarse con mayor presencia entre las mujeres de 40 a 45 años.
Para diagnosticarlo hay que poner especial atenciones en los lunares que pican, son duros o grumosos, hinchados o sensibles a la piel. También es importante fijarse si es que han salido nuevos (llamados nevus) o si sangran o supuran algún otro líquido.
Para reconocer un melanoma maligno se puede someter a evaluación según la tabla del ABCD: Realizando esta prueba periódicamente se puede detectar inmediatamente si es que se está en presencia de una mancha riesgosa, y extirparla antes de que las células malignas se extiendan por medio del sistema linfático.
¿En qué consiste la cirugía para sacar los lunares malignos?
Es una cirugía que sólo debe ser manejada por especialistas. En general, se saca el lunar y, según el resultado de la biopsia, se determina una segunda cirugía para ampliar los márgenes de seguridad de extracción del tumor. Si la profundidad del lunar supera 1 milímetro, se realiza una nueva técnica llamada "extracción del ganglio centinela", la cual consiste en sacar un solo ganglio (el más cercano al melanoma original) para ver si está comprometido o no. Si no es así, no es necesario sacar los otros ganglios, pero si está comprometido, se deben sacar todos los ganglios restantes que están cerca del tumor original.