Bullying o Acoso escolar algo cada vez más frecuente
El acoso escolar (también conocido como hostigamiento escolar, matonaje escolar o, incluso, por su término inglés bullying) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares.
El acoso escolar es una especie de tortura, metódica y sistemática, en la que el agresor sume a la víctima, a menudo con el silencio, la indiferencia o la complicidad de otros compañeros.
Este tipo de violencia escolar se caracteriza, por tanto, por una reiteración encaminada a conseguir la intimidación de la víctima, implicando un abuso de poder en tanto que es ejercida por un agresor más fuerte (ya sea esta fortaleza real o percibida subjetivamente) que aquella. El sujeto maltratado queda, así, expuesto física y emocionalmente ante el sujeto maltratador, generándose como consecuencia una serie de secuelas psicológicas (aunque estas no formen parte del diagnóstico); es común que el acosado viva aterrorizado con la idea de asistir a la escuela y que se muestre muy nervioso, triste y solitario en su vida cotidiana. En algunos casos, la dureza de la situación puede acarrear pensamientos sobre el suicidio e incluso su materialización, consecuencias propias del hostigamiento hacia las personas sin limitación de edad.
En resumen el bullying es cualquier tipo de maltrato físico , psicológico o verbal entre alumnos. Este maltrato puede generar en las personas consecuencias muy graves.
¿Es común el bullying en los colegios?
Cada vez es más frecuente encontrarse en las aulas casos de bullying. Normalmente este tipo de acoso se empieza a ver en las aulas de primaria, pero desde las aulas de inicial, donde los pequeños tienen de 3 a 6 años, es donde se tiene que empezar a trabajar en la prevención de estos maltratos.
Tanto colegios, maestros y padres tenemos la obligación de informarnos sobre lo que está ocurriendo hoy en día, y así poder prevenirlo, o saber actuar en el caso en el que nuestro hijo pueda ser la víctima, o el acosador.
Distintos tipos de bullying
Se han realizado diversos estudios sobre los distintos tipos de maltrato entre iguales.
De todos los estudios podemos analizar las distintas formas en las que puede presentarse el bullying, se distinguen cinco tipos:
• Agresión verbal: Con insultos o con motes que aíslan socialmente a la víctima, la desprestigian, y ésta se siente sola y con muy baja autoestima frente a los demás compañeros que la rechazan a causa de su maltratador.
• Agresión social: Se margina a la víctima dentro del grupo clase. No se le deja intervenir en clase, o participar en actividades, organizar eventos, etc. Puede ser que este tipo de acoso sea difícil de detectar, pues los maestros pueden pensar que es la personalidad de la víctima que tiene dificultad para relacionarse socialmente, pero es posible que sea un caso de bullying. Las víctimas de este tipo de agresión son víctimas de carácter tímido, introvertido.
• Agresión psicológica: En este tipo de agresión se burlan continuamente de la víctima, la humillan e infravaloran. Por lo que la víctima se siente muy insegura y sufre miedo. Su autoestima es muy baja o nula a causa de este maltrato.
• Agresión física directa: Recibir golpes, empujones, collejas, o agresiones físicas colectivas, palizas en grupo.
• Agresión física indirecta: Roban objetos de la víctima, material escolar, rompen su abrigo, mochila, se lo esconden, etc.
¿Cómo sé si mi hijo es víctima de bullying?
Desde edades tempranas debemos educar a nuestros hijos en los valores del respeto, la amistad, la no agresión y la confianza, para poder hablar siempre de todos los temas, expresar sus sentimientos, sus dudas, sus miedos, o cualquier cosa que les pueda suceder. Si acuden al seno familiar los padres podrán actuar, si no recurren a nosotros, difícilmente podremos detectar que están siendo víctima de bullying.
veces las víctimas sufren tanto miedo que no se atreven a contarlo en casa. O se avergüenzan de ello. Pero sí podemos observar ciertas conductas o comportamientos que pueden ser las señales de que algo no marcha bien en el colegio.
Conductas que nos indican que nuestro hijo sufre bullying escolar
- No quiere ir al colegio y falta a clase, cosas que nunca antes habían sucedido.
- Siempre sale el último del colegio, pues se espera para salir solo.
- Cambia sus rutas de casa a la escuela, y de la escuela a casa, cuando antes siempre tomaba el mismo camino.
- En casa oculta el problema, casi no habla del colegio.
- Muestra dolor físico, llora.
- Se le ve triste, y detectamos cambios de humor.
- Muestra ira o rabia.
- Parece que se muestre más infantil.
- Pesadillas, pérdida de apetito, enuresis, vómitos.
- Puede fingir enfermedades o malestar para evitar ir a clase.
- Estado de ansiedad, nerviosismo, podrían desencadenar ataques de pánico.
- Baja autoestima.
- Pasa más tiempo en casa que antes, ya no sale a jugar con sus amigos.
- Busca amigos de menor edad. Pues con ellos se siente seguro.
- Empieza gradualmente a bajar su rendimiento escolar.
- Pierde el interés por estudiar, trabajos o deberes escolares.
- Nos pide dinero sin decir para qué lo necesita, cuando nunca antes lo hacía.
- Hace los trabajos o deberes de otros.
- Presenta señales de agresión física y al preguntarle qué ha ocurrido se pone agresivo, nervioso, no responde con naturalidad y miente.
- Le suelen faltar objetos personales escolares, lápices, carpeta, libros, siempre dice que los ha perdido o descuidado.
Y... si nuestro hijo es el responsable del bullying
Cuando hablamos de bullying siempre se hablan de víctimas, de los padres o familiares de las víctimas, y de las secuelas de éstos. Pero ¿qué ocurre si mi hijo es el agresor?, ¿cómo puedo saber que mi hijo maltrata o agrede?
El bullying perjudica al rendimiento escolar. Detrás de un agresor también hay una familia, unos padres, abuelos, hermanos. Para saber si nuestro hijo es el responsable o participa en algún tipo de acoso escolar debemos también estar muy atentos a su comportamiento, aunque no es fácil detectarlo pues suelen esconderlo muy bien, para no ser descubiertos.
Conductas que nos indican que nuestro hijo es el agresor
- Tiene comportamientos agresivos o impulsivos con miembros de la familia.
- En los juegos vemos que se enfada con mucha facilidad si pierde.
- Encontramos entre sus cosas objetos que no son suyos.
- Vemos como se muestra enfadado, cambios de humor con agresividad, tono alto al hablar.
- Se muestra muy intolerante en casa.
- Insulta o se burla de la familia, o de personajes de la tele.
- Gasta bromas muy desagradables.
- Se muestra insatisfecho, siempre quiere más.
- Su rendimiento escolar suele ser bajo.
- Frecuentemente nos llaman del colegio pues se ve involucrado en conflictos.
- No controla sus reacciones si se le niega una cosa, o se le impone un determinado horario.
- Desde el colegio nos advierten de un cambio de actitud.