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Regresaron soldados isabelinos que vivieron el terremoto del Haití

Una Misión de Paz que se transformó en Misión de Ayuda Humanitaria

 Imagen de muestra

Un total 33 efectivos militares pertenecientes al Grupo Las Piedras de Artillería 105 mm Nº 3 regresó al país luego de permanecer 6 meses cumpliendo Misión de Paz en Haití.  Fue un retorno cargado de emociones después de la dramática situación que les tocó vivir a raíz del terremoto que dejó muchos miles de muertos, en un país que ya venía muy golpeado.

El Tte. Cnel. Hugo Arce explicó que la gente que participa de las misiones es voluntaria, “dentro de los mismos la primera condición que nos exigen son un buen estado de salud para lo cual se llenan una serie de requisitos a través de diversos análisis clínicos, también se tiene cuenta si han participado o no en otras misiones, dando prioridad a quienes tienen menos misiones, además los soldados que participan deben tener una antigüedad de más de 2 años”.

 

El terremoto cambió los objetivos de la misión

Sgto. Ignacio Marín trabajaba en la Oficina de Operación e Instrucción del Batallón Uruguay 5 ubicada en la Base Morne Cassé, 360 km al norte de Puerto Príncipe.  “Hasta el momento del terremoto se trabajaba en la planificación de las elecciones en Haití, pero el 12 de enero la misión cambió totalmente”, relató Marín. El Batallón Uruguay 5 debió trabajar en la custodia de la ayuda humanitaria que ingresaba desde República Dominicana. Marín expresó que “a las 17 horas, cuando ocurrió el terremoto, nos encontrábamos como todas las tardes realizando Educación Física, aunque el terremoto no fue de la misma intensidad que en Puerto Príncipe, se sintió y se vivieron momentos de mucha angustia porque no sabíamos realmente lo que estaba pasando. Por suerte no hubo ningún herido y las construcciones no sufrieron daños. Ni imaginábamos lo que estaba pasando en Puerto Príncipe”.

 

Vehículo blindando comenzó a moverse

Schiera y Peña se encontraban a 15 km de la base en un vehículo blindado cuando se comenzó a mover el piso “duró un 1 minuto y medio”, dijo Schiera, agregando que “por suerte no habían muchas construcciones en esa zona de Fort Liberté y no se produjo ningún derrumbe”. Luego fueron desplegados en Puerto Príncipe “las actividades iban cambiando a diario, se vivieron momentos muy difíciles, cuando salimos a custodiar la entrega de comida que se hacía un poco agotadora la tarea porque había muchísima gente, había días que llegamos lugares donde había entre 5 y 8 mil personas, debido a la gran necesidad de alimentos y agua. Gracias a la instrucción que teníamos pudimos manejar bien la situaciones”, dijo Peña.

 

Atención a los heridos

Santiago Custodio cumplió una importante labor desde su rol de enfermero en la base de Jeremi trabajando en conjuntos con médicos cubanos y haitianos, “recibíamos barcos día por medio con más de 1300 personas heridas desde Puerto Príncipe, venían niños, mujeres y hombres, todos con lesiones de diferente índole como heridas sobre piel y muchas y diferentes fracturas”. Parar trabajar mejor a pesar que existe un hospital en ese lugar, se improvisaron carpas en puerto mismo donde trabajó muchísimo”.

 

En el epicentro del terremoto

Suárez fue el soldado isabelino que se encontraba en la Casa Uruguay donde hacía guardia, ubicada en Puerto Príncipe el día del terremoto, “cuando a las 17 horas se movió la tierra, me encontraba dentro de la casa junto con 3 compañeros. Quisimos salir de la casa, pero el movimiento era tal que no podías caminar porque te caías. Cuando paró de moverse recién pudimos salir hacia la calle”. El panorama era terrible, “lo único que había quedado en pie era la Casa Uruguay, el muro perimetral había caído y todas las casas vecinas también. Se escuchaban gritos de gente pidiendo auxilio y cada 15 minutos se sentías replicas, más movimientos, así estuvo hasta el otro día”. Desde Casa Uruguay se ayudó a niños que se encontraban en muy mal estado de salud, “pero la situación nos sobrepasó porque nos quedamos sin suministros y no podíamos hacer nada”. Después del terremoto Suárez permaneció 8 días hasta ser relevado. “Nunca me imagine que fuera a moverse la tierra, no creía lo que me estaba pasando. Se cortó el teléfono, la energía, todo. A los tres días recién me pude comunicar con mi familia. Siempre se ven en la tele catástrofes, pero nunca te imaginas que te pueda pasar a vos.  Lo único que pensaba era volver. Uruguay es un paraíso y no se cambia por nada”. El encuentro con su familia al regreso a Paso de los Toros fue muy emocionante “mi madre lo primero que me dijo cuando me abrazó fue “no te vayas más” .