El desconocido y exigente campo de entrenamiento de la Legión Extranjera en la selva de la Guyana Francesa
Es medianoche en la selva tupida de la Guyana Francesa y el brasileño Júlio César evoca el día en que decidió alistarse en la Legión Extranjera: "Toda mi familia se reunió y dijeron: ¿qué vas a hacer ahí?".
Después de todo, esta tropa del Ejército francés tuvo durante mucho tiempo fama de reunir criminales, asesinos, sádicos y otra clase de gente con la que es poco aconsejable compartir abrigo o baño.
Pero Júlio César, que ni siquiera era militar, hizo oídos sordos y siguió adelante con su plan, concebido después de ver por TV en su hogar de Río de Janeiro un reportaje sobre un legionario.
Once años más tarde y con 35 de edad, cuenta que en la Legión Extranjera ha vivido situaciones extremas. Como aquel ejercicio cargando un soldado a costas mientras se hundía en el barro movedizo. O cuando lo enviaron a Afganistán y se encontró con "mucho combate".